
Edad es calidad. Historia rapida de un rececho
Como la caza selectiva puede dar la misma satisfaccion que la de trofeo
Cadena Montañosa: Pirineos
Zona: Rivas de Freser
Altura: 1001 - 1500
Organizador: Parques Nacionales
Jose Maria Losa
Ahí va un poquito la historia de esta hembra selectiva. Después de pernoctar en Ribes de Freser en el Hotel “Els caçadors” un sitio donde además de comer muy bien se está muy tranquilo y no ponen ninguna pega llevar armas, me encontré con los guardas a las 7 de la mañana.
Fuimos a tomar el pertinente desayuno mientras caían las primeras gotas de lluvia y amenzando un día nada placentero para cazar. No obstante, ahí salimos hacia la parte superior de Ribes de Freser y empezamos a cazar, ocupando una ladera del monte ya que en la otra parte la cazaba un magíster, obviaré su nombre porque no sé si quiere ser nombrado o no.
Iniciamos el rececho y al cabo de un rato vimos lo que sería la primera posible presa de esa cacería, pero a pesar de tener en cuenta todo lo adverso que tenía, que era la inclinación, la lluvia, un vallecito por el medio donde pasaba un riachuelo y demás, todo bajo control, menos, evidentemente fallo de novato, el aire, fuerte y racheado. Disparé y el tiro fue perfecto fuera del cuerpo, se fue hacia mi izquierda, que era precisamente hacia donde racheaba el viento y me malogró en este caso la entrada. Seguimos cazando.
Tuve otra oportunidad de ver algunos selectivos, uno que me encantó con un solo cuerno, pero no tuve la posibilidad de tirar, puesto que pasamos justo por una zona de paso donde hacían unas carreras en una especie de praditos entre bosques que no me permitieron, en su caso, poder tomar la mínima postura para poder tirar. Finalmente seguimos resechando, llegamos a una zona donde encontramos un zorro con sarna y eso nos entretuvo en esa zona hasta pedir el permiso correspondiente a la dirección de la reserva para poder eliminar el zorro con sarna. Fijaros que ya tienen narices que vayas con dos guardas de Reserva y se tenga que pedir permiso para tirar a un zorro con sarna.
Tiré el zorro, lo sacamos y se fue para la Universidad de Barcelona para el estudio de la sarna, pero en ese momento oímos un pequeño ruido, yo vi un pequeño movimiento y, barrigazo que te crió, lme tiro al suelo, pongo el Harris y miro lo que hay y el guarda, al mismo tiempo, casi sin parar, me dice, tíralo. Y en ese momento lo tiré, lo cacé y justo antes de terminar la jornada del rececho.
La verdad es que estuve muy contento con el animal que había recechado porque, desde luego, era un selectivo de verdad. Y bueno, me fui a comer con los guardas y contar todas esas historias que acompañan a los cazadores. Esperando el siguiente rececho vuelvo a casa más que contento